Poco tienen en común la poesía española y la poesía estadounidense en lo que respecta a las últimas décadas del siglo XX. Mientras que en España la atención crítica la han recibido distintos movimientos literarios vinculados a la otra sentimentalidad, la poesía de la órbita novísima o tendencias más rupturistas y alejadas del canon, en Estados Unidos se ha ido fraguando una poesía que, si bien no habría de llamarse vanguardista, sí es innovadora y se distancia mucho de lo que uno puede leer en nuestro país.
Adrienne Rich, autora de Rescate a medianoche: poemas 1995-1998 (Vaso Roto, 2020), ejemplifica esta poesía estadounidense que reluce por su innovación. No obstante, antes de entrar en la materia propiamente literaria, he de exponer brevemente algunos datos biográficos de la poeta para presentarla, al menos, en relación con lo que encontramos en su obra.
La poeta estadounidense Adrienne Rich (1929-2012) fue una activista feminista que se erigió con el lema «lo personal es político», de Carol Hanisch, vinculándolo con su poesía personal y reivindicativa. Un interesante episodio de su vida que refleja este compromiso social de la autora es cuando, en el proceso de escritura de este libro, Rescate a medianoche, en el año 1997 rechaza la Medalla Nacional de las artes por motivos político-sociales con la administración del entonces presidente Bill Clinton. Dicho esto, y conociendo grosso modo el ideario reivindicativo feminista de la poeta, hemos de adentrarnos en el poemario en cuestión.
Este libro, Rescate a medianoche, que Vaso Roto lo presenta en una edición bilingüe con la excelente traducción de Natalia Carbajosa, se compone de catorce extensos poemas, divididos en varias partes, entre los que destacan aquel que da título al libro y el poema final. Si bien su estilo es profundamente rupturista en el aspecto formal, con juegos de sangrías y una eliminación —en ocasiones, total o parcial— de los signos de puntuación, así como la importancia del espacio en blanco, lo que no se dice, pero sí se comunica, y la ausencia de mayúsculas que, en vez de dificultar la lectura, la hacen más fluida, como una conciencia líquida que expone las imágenes e ideas de su poética.
Lo primero que nos encontramos a la hora de leer el libro es la siguiente cita de George Oppen en una carta para June Oppen: «No sé cómo medir la felicidad. El asunto es la felicidad, no hay ningún otro, o no tenemos derecho a reflexionar en lugar de los demás sobre ningún otro asunto, reflexionar políticamente, pero no sé cómo medir la felicidad». Aquí, en esta duda ante la felicidad, Adrienne Rich nos habla del sufrimiento humano, la rabia y la llamada a la acción política.
Así pues, los poemas del libro son un total reflejo de la realidad, el mundo que contempla Rich desde los detalles más particulares a los universales, en su palabra confluyen todos los tiempos y todos los espacios. Por hacer una analogía con el argentino Jorge Luis Borges, su poesía es un aleph. En él, la poeta observa todos los actos, observa todo aquello que le causa sufrimiento y lo denuncia desde la rabia de quien observa y participa en la acción, haciendo una llamada para que se unan a ella: «procurando aguantar firme, en el arrastre de raíz, en la distracción, / procurando vadear esta / resaca de absoluta repetición // Verás: con todo mi miedo estoy aquí contigo, intentando mostrar / lo que es, mantenerse firme; lo que es moverse» escribe en el poema «Cartas a una joven poeta».
Del mismo modo, mientras que nos encontramos con este tono político y reivindicativo, por otro lado, aparece aquel que denuncia la realidad mediante imágenes expresionista, como poderosísimos fogonazos, donde mediante los símbolos y metáforas profundas en conjunción con escenarios, se critica este mundo en que vivimos y que ella observa: «Están los helechos está la morera negra / está la aldea sin supervivientes / están los hitlerianos están los guardabosques / que abastecen a los partisanos de su frugal despensa», comienza Rich el poema «Char».
Habiendo consumado ya esta expresión del sufrimiento y esta rabia, la llamada al levantamiento —a la acción política— la encontramos en el último poema, «Una larga conversación», un extenso y magnífico poema-collage con citas de Ossip Mandelstam, el Manifiesto del Partido Comunista y Coleridge, donde las voces se funden en la crítica y reivindicación políticas en relación con las artes.
En suma, Adrienne Rich escribe un poemario total que Vaso Roto ha recuperado y traducido gracias a la labor de Natalia Carbajosa veintiún años más tarde su publicación original, rescatando a una inmensa poeta con una voz intensamente política, que forma parte de la acción de los poemas para denunciar el sufrimiento, la violencia, gracias a un teatro de voces cargado de ecos que se suman en una solidaridad que forman un rescate al mundo, una sociedad que se expone en un lenguaje poético intenso y fluido.
PARA UN ANIVERSARIO
El ala del águila pescadora
sobre el nido en la bahía Tomales
alzada ante niebla y fuerte ráfaga
rozando copas de árbol desde la cresta de Inverness y más allá
El ala izquierda recogida en un gesto
protector el ala izquierda que creíamos rota
y los polluelos abajo en el nido expuesto al viento
chillando de hambre
y las mareas suplicando, asediando
a la bahía en su asolada languidez
Título: Rescate a medianoche
Traducción: Natalia Carbajosa (edición bilingüe)
Editorial: Vaso Roto
Fecha de edición: 2020
Nº de páginas: 150
Precio: 20 €
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