Poemas de Abraham Pena Vila (III)

Noviembre

Fue en noviembre
cuando la lluvia empañó mi mirada
y esta se llenó de nubes.

Fue en noviembre
cuando creció mi cicatriz
solo para volverse un abismo.

Fue en noviembre
cuando recordé
el agudo dolor del olvido,
y la promesa rota
de lo que significa «te quiero».

Fue en noviembre
cuando decidí quemar
todas esas promesas vacías
que quedaron a mi lado
como el eco de tu voz

Fue en noviembre
cuando sentí por vez primera
las suaves alas de la soledad.

Y volé en sus brazos
recordando las risas de junio,
los besos de agosto
y las flores de mayo,
pero cuando abrí nuevamente los ojos
era otra vez noviembre.

Madrid y las horas

Pasean las horas por las calles de Madrid,
pasean tranquilas
se ocultan entre los transeúntes
que con prisa atraviesan la Gran Vía.
Pasean solas,
viendo pasar el día
hasta que se iluminan las calles.

Pasean las horas por las calles de Madrid
sirviéndose de las voces de su gente
para no perderse entre las callejuelas de Malasaña,
y se detienen a admirar la belleza del ángel caído.
Pasean sin dejar huella,
o eso es lo que piensan
pues marcan allá donde ponen su mirada.

Pasean las horas por las calles de Madrid,
entre las maravillas del prado
y las luces de navidad.

Pasean las horas,
dulces
y amargas,
pasean viendo como envejece una ciudad
que asemeja eterna al tiempo.
Pasean las horas
marcando corazones
y dejando recuerdos.

A veces pasean con sonrisas
haciendo cálida la luz,
otras pasean silenciosas,
pausando los sonidos,
dejándote tiempo para pensar.
Algunas veces pasean llorando,
tiñendo de gris la atmósfera.
Pasean,
y aunque sin querer,
marcan los días con sus paso.

Pasean las horas por las calles de Madrid,
incluso cuando brilla alta la luna en el cielo,
y después,
siguen andando.

Recuerdos

Lo recuerdo como si fuera ayer,
aparece en mi mente
y es una foto en blanco y negro.
Recuerdo ese tiempo
cuando me sentía vivo.

Recuerdo aquellos abrazos
que una vez a escondidas
me robaste.
Y ahora los veo ocultos
por la fría nieve del invierno.

Recuerdo tu voz,
serena,
y las canciones que siempre tarareabas.
y ahora esas notas
se las lleva el viento.

Una vez soñé
que todo ese tiempo volvía
y que el tiempo había perdonado nuestros pecados.
Pero esos tiempos son solo un recuerdo
y el amor,
el amor es tan solo una emoción que ahora vuelve,
y me envuelve.

Una vez soñé
que todavía existía la esperanza
de que volvieras a mi lado.
Pero toda esa esperanza
ha desaparecido
y tan solo puedo recordarte.

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