Mundos Sumergidos
Allí, bajo la inmensidad
de un mundo etéreo.
Tras las saladas cortinas del mar,
en la profundidad desconocida
se oculta,
se esconde de la humanidad;
un increíble tesoro
que estamos destruyendo.
Corales, bosques subacuáticos,
perlas, esculturas naturales…
Mundos de cuento
ocultos bajo un manto de burbujas
y de blanco terciopelo.
Mundos invisibles al ojo humano
que nos empeñamos en inundar,
en sumergir en basura;
mientras las almas que habitan en estos lugares
son asesinadas por nuestras manos,
porque todos tenemos las manos bañadas
en sangre de criaturas inocentes.
Nos empeñamos en opacar
esta belleza natural
con nuestras imperfecciones contra naturam.
Asesinamos a los seres
que yacen en el lecho arenoso
y a aquellos que vuelan en las corrientes marinas.
Así el ser humano merma la belleza de su mundo,
cubriendo de cadenas de plástico
todo aquello que no le importa.
Y así desaparecen las joyas
que ocultan los mantos de burbujas.
Estatuas
Una estatua en mármol pulido
que con su belleza etérea mira al cielo.
De mirada serena y rostro pícaro.
Una estatua majestuosa,
nacida en los sueños de un artista.
Una estatua que vive
y en la que perdí mis ojos
dentro de sus perlas de ámbar.
Y, mirando a este sueño tallado,
a esta divinidad distante;
quise descansar mis labios
en la cuna de tus besos,
y mientras, enredar mi mano
en los bucles de tu pelo.
Estatua,
ilusión pétrea,
levántate
y vive.
Volverán aquellas oscuras golondrinas
Volverán aquellas oscuras golondrinas
el cielo, con sus alas; a rozar.
Volverán mis oscuros recuerdos,
mi alma de nuevo a nublar.
Volverán tus besos peregrinos
a acallar todas mis lágrimas;
y tus pisadas silenciosas,
a alborotar nuestras noches nuevamente.
Volverán…
No, no volverá nada,
pues tú te fuiste,
y todo huyó contigo.