Brochazos sonámbulos

SILENCIO

Invitemos al silencio a nuestro

encuentro,

brindemos con un anhelo

sumido en la nostalgia de todo cuanto no

tuvimos. 

 

Bebamos enfebrecidos de las lágrimas

del otro,

recemos extasiados por un último

suspiro,

que nunca llega, que llega a destiempo. 

 

Al fin, 

asumamos que nuestro mundo se ha rendido

al más puro cansancio

y respiremos hasta ahogarnos

en este silencio,

que es en realidad

lo único que nos queda. 

 

DESGARRO

No es persona, es desgarro. 

Roto, 

a base de martillazos

de agua y sal. 

Aire trémulo, 

una caricia basta

para deshacer tu piel 

o deshacerme a mí en ella. 

Demasiadas caras

y todas ellas hechas añicos,

hogar a base de grietas,

alma a base de grietas,

por las que no entra nada

desde que se vetó la realidad. 

 

Al mecerte entre las olas

corres el riesgo de no volver a la orilla.

 

DESORIENTACIÓN 

Hay algo de trascendente

en eso de contemplar la vida

desde un segundo plano. 

 

El calor es de verano.

Amarrada al rígido horizonte de este balcón

que me ampara contra 

el mundo polvoriento, 

me acechan recuerdos incendiarios, 

que apenas logra sostener mi cabeza. 

 

Desorientada en el vacío, 

se recorta mi figura 

contra un horizonte 

que no comprendo

y que se sucede ajeno a mí 

y que es así como me inserta. 

 

El viento solloza calle abajo.

 

La noche tiembla. 

 

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