La muerte siempre ha sido un tema escabroso. Desde los esqueletos danzantes de la Edad Media, hasta el Halloween de los estadounidenses, esta ha ido tomando diversas formas y gestos. Unas veces poniéndose la capa negra y blandiendo una guadaña, otras vestida de amigable peregrina que ama siente como mujer. Un tema tan universal y constante en nuestra historia y nuestra literatura no podía quedarse a un lado. El propio Jaime Gil de Biedma escribiría en su poema No volveré a ser joven «envejecer, morir, / es el único argumento de la obra.»
Cruel cuando llega inesperada, amable cuando te acompaña en el tañido final, viene a visitarnos un rato este mes en En plan culto. Esperamos que os guste.