La presente recopilación de poemas refleja el sabor a tarde de frío. A templos acolchados con columnas de rosas. A párpados que hierven por amor y, más tarde, mueren por cansancio. A luz cálida de piel y a cortinas que cubren el horizonte. A piezas de mármol perfecto.
SEGUNDOS DE TIMBRE PERFUMADO
Un portal inundado
del olor del mar cristalino.
Yo estoy nervioso y aturdido,
cargado de escenografías
y guiones falsos
que imagino para dirigir
los latidos rojos del alma.
Deseo lanzarme.
Espero no fallar en mi intento
pues el marco dorado de tu boca
lleva marcado como objetivo principal
años de luz enamorada.
En mis conexiones más profundas
noto ríos llevando plata.
En mis pulmones comprimidos,
energía de llama excitada.
SOL DESLUMBRANTE
Como quien se siente encerrado
en el cubículo de cemento y marfil,
que de pronto se queda cegado
por las ventanas al alma, belleza en sí.
¿Cómo puedes hacerlo?
¿Cómo puedes cargar con esa esfera cristalina,
que remueve, desgarra, sonríe y transforma,
enverdece las hojas y ablanda las ramas?
Desearía poder tener planetas en mis poros,
para condensar tu energía estelar y calor.
Sonrío cada vez que te disfruto.
Me maravillo cada vez que te respiro.
DE LA FUNDICIÓN
Qué llorar.
Si los gemidos ya lo han dicho todo.
Esperar a la luz que tiembla
ya no sirve para nada más,
a menos que los poros se cierren
como quien maneja un compás
y siente que su obra es quemada,
endulzada, resuelta, adormecida,
temida, distante sanadora;
acuática, fugaz, temporal.
BLANCO, ROJO-GRANATE
Nunca antes había visto
a las sábanas dormirse
envueltas en sí mismas.
De una manera placentera
descansan, nos agradecen
la visita y reflejan
el brillo blanco de amor
que nosotros recogemos
y sembramos en el corazón.
Este, vestido de gala,
luce por primera vez ese estampado
de flores rojas-granate
y esa suavidad
propia de las raíces desnudas
erectas en su lugar,
iluminadas en su afán
de conseguir vivir felices,
felices de verdad.