Paisaje con pájaaros amarillos - Paul Klee

Poemas de Abraham Pena Vila (I)

VESTIDA DE BLANCO

Así se la veía tumbada:

vestida de blanco,

pálida como una figura de porcelana.

Con cara tranquila,

parecía que durmiese

y no que el aliento le hubiese sido robado

por la fría mano de la muerte.

Tenía hasta una pequeña sonrisa

pero ya no quedaba nada del rubor de sus mejillas

que antaño lucían al sol de agosto.

Parecía una princesa de cuento,

o la visión de un ángel en la tierra,

se la veía tan hermosa…

La enfermedad que la había tenido agonizante ya había pasado,

sin embargo, no pude despedirme de ella,

y ahora la veo con lágrimas en los ojos.

¿Se atreverán mis labios a despedirla de este mundo,

antes de que su alma esté de todo en el paraíso celeste?

 

Así se la veía tumbada:

con la mortaja blanca

y un tul sobre unos ojos que antes fueron del verde de la primavera

mientras cae una fina lluvia otoñal sobre ella

de camino a su último lecho.

Todos lloran su despedida

aunque todos sabíamos que su belleza no era de este mundo

y que tarde o temprano sería recobrada.

 

 

EL ÚNICO GIRASOL DEL JARDÍN

Acordes suaves

en el jardín de la memoria,

y todas las flores

bailan al roce de la suave brisa.

Abres tus pétalos

mientras buscas los rayos del sol,

tranquilo,

alzándote diferente al resto;

majestuoso.

Y frente a ti,

como en un sueño;

las flores suspiran

y alaban tu belleza,

a ti:

el único girasol del jardín.

 

 

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.