Como Martes y trece, los Pecos o Ramón y Cajal, en el mundo del cómic también existe un dúo que ha pasado a la historia del cómic por crear, a su vez, otro dúo inseparable. De hecho, la expresión «personal e intransferible» podríamos cambiarla por «Obélix». Evidentemente hablamos de René Goscinny y Albert Uderzo, padres de Astérix.
Los protagonistas son dos galos que en busca de aventuras recorren diferentes lugares de la tierra. Se contextualiza en torno al siglo I a. C., en la época de Julio César, que es como el malo buenísimo de la historia.
Desde los cómics de Astérix se podría hablar de tantas cosas históricas como las localizaciones, la toponimia, la oficialidad del ejército romano, el vocabulario o incluso la celebérrima poción mágica. Pero hoy hablamos de arte.
Son muy conocidas las referencias y guiños al arte. Así, por ejemplo, en Astérix el adivino encontramos un homenaje al profesor Tulp, que en un cuadro de Rembrandt enseña anatomía a unos atentos muchachos. También el hundimiento que sufren los galos en Astérix legionario, que es claramente un guiño a La balsa de la Medusa del francés romántico Géricault.
Pero claro, estos dos guiños los conocemos porque un famoso tuitero con tropecientos mil seguidores lo puso en su muro y entre todos los viralizamos. Pero si te lo digo yo (como puedes ver en mi instagram: https://www.instagram.com/p/Bky4nCpnks7QcAsn7EGmE1DCH4gp_h451I5cbI0/), pasas olímpicamente…
En Astérix y Cleopatra, en la página 12 de la sexta edición de Salvat, hay un guiño a la universal escultura egipcia del escriba sentado, con un apoteósico juego de palabras que despeja todas las dudas de si podía o no referirse a él. En esta misma aventura podemos también explicar de forma práctica y sin despeinarnos lo que es el hieratismo, el horror vacui y el orden dórico. Ya de por sí el arte es algo visual, pues en este caso lo supera aunando el color, el medio y lo novedoso de enseñar con un cómic.
Por otra parte, en Astérix gladiador se aprecia perfectamente el funcionamiento y las diferentes partes de las termas romanas. Las termas tenemos que enseñarlas en arte y es un tema que solemos pasar muy por alto, ya que preferimos enseñar otros aspectos de la arquitectura romana.
Todos estos usos se suman además a un humor refinado y sutil como es, por ejemplo, el de la satirización del genitivo sajón (en el episodio de Bretaña), los nombres de los personajes más secundarios (Ordenalfabetix o Panoramix) o los estereotipos de las aldeas que visitan los protagonistas (como en su vista a los Normandos).
Con esto destacamos la intención de hacer una obra de forma pausada, pensada y hacerla intemporal, pasos que está siguiendo muy de cerca Virtual Hero de Rubius…